EL CAFÉ MEXICANO EN RIESGO

Hace unos días resonó por muchos medios una nota preocupante, que hace evidente el riesgo que corre el café mexicano de uno de los orígenes más reconocidos de nuestro país, Veracruz.

Nestlé, le empresa reconocida mundialmente, pretende poner una planta procesadora de café en Veracruz, promoviendo solo la siembra de robusta y poniendo en riesgo otras variedades de grano, abaratando así muchísimo más el pago a los productores condenándolos a recibir alrededor de 4.50 pesos a 5 pesos por kilo de grano en verde, sin olvidar el daño ambiental que provoca al concentrar los cultivos en la tierra veracruzana.

Esto trae consecuencias irreparables en la tierra y en la economía de los productores, ya que limita las variedades y la venta abierta a la población a nivel nacional e internacional. El grano robusta es un tipo de variedad originaría de África Central que, al crecer en zonas secas, es poco digestivo, tiene un gusto final amargo, con mucho cuerpo y poco perfumado. Su cultivo representa el 43% de la producción mundial y es un café más económico en su producción que la variedad Arábiga, además de que contiene el doble de cafeína, ´por lo tanto con menos cantidad tienes el doble de lo que podrías obtener de un Arábiga.

Hay una evidente resistencia de productores de la zona que se niegan a la implementación de la planta procesadora, pero su fuerza es aún incipiente, las razones son muchas entre ellas que la población general acostumbra consumir café instantáneo, contraponiéndose a la compra de productos locales que representan esfuerzos monumentales por mantener la calidad y el precio justo.

Es decir un consumidor paga alrededor de 400 pesos por un kilo de café instantáneo, obteniendo así mas o menos 500 tazas de bebida, Nestlé, por su lado salda al productor con 4 latas de un kilo, es decir con 1600 pesos más o menos Nestlé está liquidando a un productor. Es claro que la mayoría de consumidores tenemos poco conocimiento de lo que representa para un productor vender su kilo de café en 5 pesos, y vemos el frasco al alcance de nuestra mano en un precio más o menos pagable, así que la elección es casi obvia.

La problemática atraviesa sustancialmente a todo el sector cafetalero, ya que no cabe duda de que bajo la iniciativa de Nestlé están también incluidas las demás regiones cafetaleras como Oaxaca, Chiapas, Puebla y posiblemente el Estado de México.

Debido a los riesgos que conlleva la construcción de esta planta un grupo de aproximadamente 20 mil productores de toda la región se están organizando para oponerse a tal iniciativa, otra de la razones de su alerta es que en esta administración federal desapareció el Plan Integral de Atención al Café, que en 2018 tuvo un presupuesto de mil 100 millones de pesos, lo cual quiere decir que ya no cuentan con el presupuesto que ayudaba relativamente a los productores a mantener sus cafetales, no tiene ninguna representatividad y por lo tanto si muchos riesgos de desaparecer o precarizar los cafetales a tal grado que la tierra termine por morirse.

Es preciso justo ahora promover el comercio y consumo de productos locales, ayudar a nuestros campesinos a mantener sus cultivos y hacer un ejercicio de intercambio sano entre las necesidades de las barras de café o de los consumidores para que el productor sepa y tenga conciencia completa de que su grano es consumido con responsabilidad y dignidad.

Un ejemplo contundente de este esfuerzo es la marca de café “La Organización”, café de origen oaxaqueño, en diferentes presentaciones de tostado y gramaje. Una de las opciones existentes de organizaciones mexicanas de productores, procesadores y comercailizadores preocupados por el destino de quienes estamos involucrados en el consumo oro negro, no sólo de forma económica, sino sus alcances sociales y ecológicos, en las formas de su producción y consumo. 

Es tiempo ya de replantear las relaciones entre consumidor, productores y facilitadores, donde la premisa sea un una relación positiva para todas las partes, sobre los intereses de un puñado de particulares, hoy Nestlé, mañana otros; para que la ganancia no el máximo fin de la empresa, sino un consumo de beneficio para todos, que aseguro un futuro justo, sustentable y lleno de negro elixir de calidad para todos.